La salud de la mente es algo de lo que muy poco se habla. Es un tema que da vergüenza a quien lo padece y es una frustración también, ya que no se sabe porqué se dan ciertos fenómenos físicos  en el cuerpo o comportamientos. Y el que lo ve de lejos no lo entiende,  le huye y le aterroriza. Son los desbalances químicos de la mente.

No es sencillo vivir con un problema mental y peor si no está identificado, pues estos temas vuelven la vida gris y sin sentido y muuuuy pesada. Cada día se vuelve una larga cuesta para subir,  y si acaso hay miedo o pánico en quien lo vive, esto es mucho peor.

Sinceramente, parece que con cualquier padecimiento mental jamás habrá azul cielo, o sueños, o dormir en calma, o cero presión por dar la talla, o no tener una montaña de problemas que crea la misma mente o historias que crea la mente sin fin. Es un cuento de nunca acabar en un laberinto que se vuelve la mente.

Peor es si no hay un diagnóstico, porque el médico empieza a probar medicinas a ver si le caen bien y prueba y error y prueba y error, hasta que la encuentra o quizás no. Y si hay diagnóstico: la medicina y sus efectos secundarios, la somnolencia interminable o una pastilla para dormir y una para despertarse, porque el corto circuito cerebral anda a ese ritmo y ¡oh, qué cansancio!

No me imagino la gente que oye voces o aquellos que tienen arranques de ánimo hacia un extremo u otro  y ¡oh incomprensión! Y ¡oh sufrimiento de los familiares! Qué terrible eres enfermedad de la mente y qué triste tu vida enfermo mental, porque nadie te entiende y el que te ve quiere salir corriendo.

Yo quiero creer que existe el azul cielo que es igual a calma, para un enfermo mental, pero sobre todo que exista sostén emocional, sin miedo, sin critica, sin huir de él o ella y que sobre todo haya comprensión y contención, porque el que está enfermo se siente tan solo, solo, solo. Y no hace muchas cosas porque no puede. Simplemente no puede, pero espera y espera que ese azul cielo llegue y se acabe el relajo de la mente.

Espero que entiendas que nadie quiere vivir así. Nadie.